La casa es el ambiente en donde el bebé pasa gran parte del tiempo, es allí donde el bebé duerme, come, juega y gatea. Por eso debe ser un lugar limpio y seguro para poder proteger su salud. Para ello, se debe mantener la higiene de los lugares en donde se concentra el mayor número de bacterias que podrían provocarle infecciones y alergia: el piso, las superficies de juego, las áreas destinadas a la preparación de la comida y el baño. Aquí te damos algunos consejos:
• Limpieza cuidadosa del piso: las bacterias que proliferan en nuestro hogar son las responsables de las infecciones gastrointestinales. Estas muchas veces se encuentran en el piso, sobre todo, en el de la cocina y el baño. Nuestros pequeños pueden verse afectados por infecciones o trastornos estomacales, ya que constantemente gatean y se llevan a la boca todo lo que consiguen. Para controlar la difusión de bacterias, debes limpiar el piso con frecuencia. Lo más ideal es barrerlo a fondo y luego trapearlo con agua caliente y detergente.
• Cojines y colchones: los ácaros de polvo pueden provocar reacciones alérgicas. Estos están presentes en el relleno de los cojines, en los colchones, en los sillones y en los sofás. Para prevenir su proliferación es necesario airear el ambiente a menudo, y limpiar (como mínimo una vez a la semana) las estanterías, sobre todo las que contienen libros. También se debe mantener una higiene óptima de las alfombras, en caso de tenerlas.
• La higiene en la cocina: tampoco se deben descuidar las zonas en las que se prepara la comida. En el caso de la mesa y de otras superficies de apoyo presentes en la cocina, debes evitar que las bacterias patógenas (presentes en la carne cruda, la verdura sin lavar o las cáscaras de huevo) contaminen los alimentos y enfermen a tu bebé.